Por aquel entonces las noticias llegaban tarde e incompletas y no pocas veces generaron rumores. La distancia, los caminos en mal estado y la guerra hacia difíciles las comunicaciones. La censura y la mentira de las gacetas realistas, además de la ingenuidad de los lectores como Morelos y los suyos hacían que lo sucesos en la Europa napoleónica fueran erróneas. Por ejemplo, Morelos creía que las tropas de Napoleón estaban ya en Cádiz, iniciando la destrucción del imperio español.

En abril de 1813 germinó una idea: la Nueva España como nación independiente. La disposición de un gobierno propio, fuerte y durable tomó forma en la lúcida mente de José María Morelos y Pavón, quien explicó a los jefes insurgentes la necesidad de llamar a un congreso nacional que fuera depositario de la autoridad de quienes se liberaban políticamente de la monarquía española y que delineara las formas de gobierno del nuevo país. Es legítimo pensar que fue en esos agitados días de abril cuando se fundó la vida política de México.

Se requirió voluntad e inteligencia. La guerra y la condición humana urgieron a la decisión: José María Morelos emitió, en junio de 1813, la convocatoria para celebrar el Supremo Congreso Nacional en Chilpancingo. Ahí, se decidiría el futuro de la insurgencia y, más importante aún, el rostro político de la que sin apelación sería ya emergente nación.

Tema 1. Los primeros años

Tema 2. La geografía de la guerra: 1810-1815

Tema 3. Protagonistas de la insurgencia

Tema 4. El espacio de la democracia católica: geografía política de una utopía

Tema 5. La jornada de un jefe insurgente

Tema 6. Captura, juicio y muerte